Un proyecto residencial donde la elegancia y la particularidad de los materiales y texturas, lo destacan de lo común.
Los tonos neutros fueron los predominantes en este diseño. El color gris, que refleja frescura y elegancia, fue el color protagonista, empleado en distinta intensidad en todo el apartamento.
La madera del desayunador y del mobiliario de cocina, le da una característica llamativa y particular al espacio, jugando con los colores y los demás materiales, como la piedra del tope y el piso de porcelanato en color blanco.
Las habitaciones estuvieron diseñadas en colores neutros y claros, buscando sensación de amplitud, luminosidad y frescura, por tratarse de áreas de descanso.
Modernismo, simplicidad y calidez son los atributos que describen este apartamento, que fue concebido para proporcionar calidad de vida a sus dueños.